
La serie 312B siguió a la serie 312 a secas e introdujo una seña de identidad importantísima por el Cavallino: el motor de 12 cilindros bóxer de 180º. Esta unidad, con las debidas modificaciones, acompañó a los bólidos rojos desde su debut en 1970 hasta su última carrera, con el 312T5 en 1980. El motor “plano” fue el punto fuerte de este proyecto: su gran potencia y su proverbial fiabilidad permitieron limitar los daños de una gestión que, en el bienio 1972 – 73 tocó el fondo. Pero vamos por orden: el primer modelo de la serie fue el 312B de 1970.
Se trataba de un coche seguramente novedoso. El nuevo motor tenía la misión de dar un paso adelante respecto a las anteriores unidades de 12 cilindros en V de 60º que habían sido un quebradero de cabeza para los técnicos de Ferrari a causa de su poca fiabilidad. El ingeniero Mauro Forghieri decidió así recuperar una idea que ya había desarrollado con el 512 F1 de 1964-1965: el motor bóxer. El objetivo era el de rebajar al máximo el baricentro del vehículo, mejorando el agarre y la agilidad. El modelo de 1970, de 450 caballos, presentaba otras soluciones -chasis, suspensiones y aerodinámica- más conservadoras. Los alerones, partido en dos el delantero y situado entre los dos ejes el trasero, no presentaban ninguna novedad respecto a la competencia. En aquella temporada llegaron hasta 3 victorias de la mano de Jacky Ickx, Clay Regazzoni y Mario Andretti. Arturo Merzario e Ignazio Giunti completaban el equipo. En 1971 llegó la primera evolución del 312B, el 312B2.
El B2 participó a los campeonatos de 1971 y 1972. Alcanzó solamente 2 victorias (una por temporada) siempre por mano del belga Jacky Ickx. Las principales diferencias venían de la aerodinámica, gracias a un nuevo alerón trasero desplazado hasta el fondo del coche, y por el aumento de potencia: se alcanzaron los 470 caballos. En 1973 Forghieri fue destinado a un departamento de nuevos proyectos (empezó a desarrollar el 312T). Fue así que nació el B3, diseñado por los ingenieros Caliri y Rocchi.
El B3 destacaba por un innovador chasis “inglés” en aluminio, y por su escasa competitividad. Tras una temporada nefasta Forghieri se reincorporó y “apañó” el competitivo 312 B3-74, corrigiendo algunos anacronismos de su antecesor (por ejemplo el radiador delantero) e introduciendo algunas soluciones de la futura serie T. Con este coche Niki Lauda se estrenó con Ferrari.
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